Inauguro
esta sección con una reflexión sobre la encuadernación. La
encuadernación es un arte amenazado. Las modernas tecnologías lo han
convertido
en un proceso mecánico con una mínima intervención de la mano del
hombre.
Aunque las técnicas han progresado mucho, encuadernar y embellecer
libros
antiguos que por un motivo u otro se encuentran deteriorados, supone
para el
restaurador un compromiso y un desafío que brinda una satisfacción plena
al
artesano encuadernador.
Siempre he pensado que los libros jamás desaparecerán.
Forman parte de nuestra historia y de nuestra cultura, y hay más gente de la
que suponemos que prefiere el formato impreso.
Amo los libros, casi todo lo que soy se lo debo a ellos.
Por lo que la encuadernación goza de una muy buena salud, ya que todo
lo que se esta cociendo a su alrededor no hace más que fortalecer y
fomentarla.
Ante ciertos libros, uno se pregunta:
¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al
fin, libros y personas se encuentran.
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